Una mañana de esperanza: El Salto presenta su cuarta generación de atletas en un evento que emocionó a todos

El pasado martes 11 de marzo, el gimnasio El Salto, ubicado en La Libertad Este, se convirtió en el corazón palpitante de la gimnasia artística en El Salvador. Con la emoción a flor de piel, el programa El Salto Esperanza celebró su evento de inicio de año —el Kick Off 2025— y presentó oficialmente a las 6 nuevas niñas que se integran a su cuarta generación de atletas, sumándose a un equipo ya consolidado de 22 jóvenes que entrenan con disciplina, pasión y sueños olímpicos.

El evento, más que una presentación formal, fue un acto de profundo significado simbólico. Las niñas ofrecieron un espectáculo de gimnasia artística que dejó sin aliento a los asistentes. Con apenas 8, 9 o 10 años, estas atletas ya dominan el lenguaje de la acrobacia, el ritmo, la precisión… pero también el de la valentía. Cada rutina fue una muestra del esfuerzo diario que estas niñas —muchas provenientes de contextos vulnerables— realizan para abrirse paso hacia un futuro mejor.

Más que deporte: una apuesta por la transformación social

Desde su creación en 2022, El Salto Esperanza ha sido un faro de oportunidades para niñas salvadoreñas de comunidades de escasos recursos. El programa ofrece mucho más que clases de gimnasia: es un modelo integral de desarrollo que incluye entrenamiento deportivo de alto nivel, acompañamiento académico, atención psicológica, nutricional y médica, todo bajo una estructura que prioriza el bienestar, la disciplina y la autoestima.

Gracias a este enfoque, las niñas no solo progresan como atletas. También lo hacen como estudiantes, ciudadanas y futuras líderes. En solo tres años, El Salto Esperanza ha conseguido resultados notables: atletas convocadas a la selección nacional, medallas en campeonatos internacionales, y una comunidad en crecimiento que cree —con razón— que el deporte puede cambiar vidas.

Un evento acompañado de las máximas autoridades del deporte

La importancia del Kick Off Esperanza se evidenció también en la presencia de destacadas figuras nacionales. Entre los asistentes estuvieron:

• Yamil Bukele, presidente ad honórem del INDES

• Rebeca de Bukele, esposa del presidente de la República, quien fue nombrada oficialmente Embajadora del programa El Salto Esperanza

• Su hija, Ivanka Bukele

• Armando Bruni, presidente del Comité Olímpico de El Salvador (COES), junto a su esposa Carmen de Bruni

• Milagro Navas, alcaldesa de La Libertad Este

También participaron miembros clave de la Junta Directiva de la Federación Salvadoreña de Gimnasia, incluyendo a su presidenta Alessandra Cicheli, la secretaria Ana Patricia Reyes y la vocal Ana Figueroa, quienes expresaron su admiración por el nivel técnico alcanzado por las atletas y su entusiasmo por ver a estas niñas representando al país en escenarios internacionales.

Un programa que crece con aliados y corazón

El evento también fue un espacio para agradecer a los padrinos y madrinas del programa, quienes han sido pilares fundamentales en el sostenimiento y crecimiento de esta iniciativa. Con su apoyo económico, emocional y moral, han hecho posible que cada niña tenga acceso a entrenamientos de calidad, materiales escolares, alimentación balanceada y un entorno seguro donde desarrollarse.

“Ser nombrada embajadora de El Salto Esperanza es un orgullo inmenso, pero también una gran responsabilidad”, expresó Rebeca de Bukele durante su discurso. “Estas niñas nos ven, nos escuchan y aprenden de nuestro ejemplo. El reto es grande, pero estoy convencida de que los grandes desafíos traen consigo enormes satisfacciones cuando se logran”.

Un futuro que ya comenzó

La presidenta de ADDA, Arielle Salomón, destacó el significado de este Kick Off no solo como el inicio del calendario deportivo, sino como un paso más hacia una meta ambiciosa: preparar a estas niñas para competir en los Juegos Olímpicos de 2032, y al mismo tiempo, brindarles una educación sólida y herramientas para romper el ciclo de pobreza en sus comunidades.

“El verdadero salto no es solo en el potro o en la viga. Es el que damos como país cuando decidimos creer en nuestras niñas, en su fuerza, en su inteligencia, en su capacidad de cambiar el mundo”, afirmó Salomón.

Este 2025, El Salto Esperanza no solo sigue creciendo: sigue demostrando que el futuro puede escribirse desde un tapiz, con música de fondo, entre aplausos, lágrimas y sonrisas… y con mucho amor por El Salvador.